Situación de corto plazo:
Sigue siendo el Nasdaq100 la oveja negra del mercado norteamericano, pues no sólo anda lejos de marcar máximo histórico como otros índices sino que sigue sin si quiera enfrentar los altos del pasado ejercicio, encorsetado bajo esa resistencia creciente que puede verse en el gráfico adjunto, incapaz de encadenar una racha de ganancias nítidas de al menos algunas sesiones como las que este año sí ha vivido el resto de la renta variable norteamericana. El Compuesto, que ha vivido menos afectado por Apple, también se encuentra en zona de gran resistencia a medio plazo. En viernes, desplegó una vela envolvente bajista en la resistencia creciente que se obtiene de la unión de los máximos de 2011 y 2012.
Es aquí donde entendemos la tentación de mirarse al VIX, que sigue dando que hablar aunque en general sigue utilizándose de un modo que resulta más que superficial. Una vez más, el indicador ha marcado un nuevo mínimo semanal pues ni siquiera el viernes consiguió forzar un rebote que difuminase su nuevo desplome. La clara ruptura ya a esta altura del ejercicio de su soporte decreciente de medio/largo plazo nos sugiere una continuidad hasta la no muy lejana zona de mínimo histórico. Difícil será romperla, pero conviene no pensar que ello es sinónimo de mercados bajistas porque pueden tardar meses o incluso años como puede verse en el gráfico. Lejos de tener que ser así, parece necesario llegar a ello para atravesar ciertas etapas de maduración alcista.
Situación tendencial:
Mantenemos la idea de que el mercado sigue estructuralmente igual, sin percibir una conjunción de elementos de precio y sentimiento propios de patrones de cambio de tendencia de medio plazo. Con todo, estamos en zona de techo potencial de gran relevancia para el largo plazo, aunque el intento bajista parece poder perder por completo el apoyo de la divergencia Industrial-Transportes que nos acompañó durante todo 2012.